Cosas que son y se dicen

Son kilos de papel
en reversos de escritos importantes,
vanos intentos por describirla como la percibe,
de confesarle,
de darle forma literaria
a lo que le pasa por adentro.

También son chocolatines
galletitas dulces,
comidas nutritivas
en lugares que no frecuentan miradas
ni amenazas,
lugares más familiares a sus noches (las de él) que a las suyas (de ella).
Alimentos para el cuerpo
proteínas hechas de miradas más largas
y de caricias en las manos
como al descuido.
Pequeños pellizcones en las muñecas.

Y son libros
músicas, fotos viejas
mimos con formato de regalitos
tan sutiles
tan buscados para que pasen desapercibidos.

Y también son algunos kilómetros de auto cajita de música
creador de los primeros climas,
cinturón atrapador
inmovilizador de cuerpos.

Es aprendizaje de besos
ejercicio siempre a las corridas
que evoluciona a fuerza de ganas
y es dulce
y es resumen de otros sentimientos
y deja, a fuerza de cuidados,
cada vez menos espacios vacíos entre sus bocas.

Tanto desde que se animó a decirle...!!!
Desde que le escribió la primera vez,
tanto para contarle de mil formas
que se volvió inevitable en sus sueños (de él).

Soy tu incondicional, le dice
sombra, reparo, compañero de aventura,
oreja, sol, música, descargador de broncas,
lo que necesites
ahí estoy. Sigue diciendo.

Y si bien es cierto que no tengo idea de lo que nos trae el futuro,
ese cabrón,
es cierto que estás en todas y cada una de mis fantasías.
En esas en las que me imagino
cosas que me hacen bien.

No me lastimes nunca, suplica.
Y es lo único que se atreve a pedirle.

Sos demasiado importante
para mí,
y a esta altura,
ya no te creo que no te lo creas.

Dice, y no dice nada más...